Estimado José Ramón:
Tras estudiar con detenimiento tu manuscrito Las
palabras fueron dichas, que tuviste la amabilidad de enviarnos, siento
comunicarte que nuestro comité de lectura ha desestimado su
publicación.
No obstante, quisiera hacer hincapié en que con esta
decisión no pretendemos en modo alguno juzgar la calidad literaria de tu obra,
sino la mayor o menor conveniencia de incluirla en nuestro
catálogo.
(Debido a la gran cantidad de originales que recibimos
mensualmente, nos resulta imposible dar cuenta expresamente de las razones por
las cuales se haya producido dicha desestimación.
Para futuros envíos, te recordamos que existe la posibilidad de hacernos llegar sus obras en soporte electrónico).
Deseándote suerte para el futuro, te saluda
atentamente
Raquel Martínez
Mi pregunta fue la que se haría cualquier periodista novato en estas lides:
Estimada Raquel:
Me pregunto lo siguiente:
¿Debido a la gran cantidad de originales que recibimos mensualmente, nos resulta imposible dar cuenta expresamente de las razones por las cuales se haya producido dicha aceptación?
En el caso de los que sí pasen la criba.
Saludos
El libro en cuestión se titulaba: Las palabras fueron dichas como si allí no hubiese libro. Y fue premonitorio. Ahora estoy pensando un nuevo título para volverlo a enviar. Esas cosas, a veces funcionan.
Os dejo el link de las personas que están detrás de Lengua de Trapo. Pronto les plantearemos un cuestionario sobre su criterio selectivo. Será interesante escucharles.
http://www.lenguadetrapo.com/quienessomos%20ahora.html
4 comentarios:
Jolines, esa respuesta me suena y mucho... jejeje. Estoy deseando leer qué responden a vuestro cuestionario. Tengo la impresión de que vuestro blog será mucho más interesante de lo que esperaba.
Saludos moscugaéticos.
Anoto preguntas a los editores. Quizá alguno se digne a responder.
Realmente, ¿qué es lo que pide un editor? ¿Un currículum académico acorde con los preceptos promulgados por el escritor en sus textos? ¿Unos textos que sean capaces de superar a Baudelaire, Mallarmé, Poe, Dylan Thomas, Auden? ¿Concordancia con su catálogo de publicaciones o con política económica editorial?...
Pasemos de los editores y publiquemos nosotros mismos. Julio Cortázar solo necesitó el boca a boca. Nunca hubo tantas herramientas para publicar.
Publicar un comentario